Cómo hacer fotografía y no morir en el intento
Hemos hablado muchas veces de los peligros que acechan al material del fotógrafo, como el deterioro o robo de cámaras y objetivos, y a nuestra propia obra fotográfica como pueden ser el uso ilícito, la pérdida de imágenes por ausencia de copias de respaldo, el deterioro de las copias en papel… Pero, ¿y nuestra propia salud?
Somos muchos los que nos dedicamos a la fotografía, ya sea como afición o profesionalmente, y padecemos problemas de espalda. Este es un gran caballo de batalla, ya que se dan una serie de factores que conjuntamente son el caldo de cultivo perfecto para esta clase de dolencias: transportar y cargar con pesos significativos y mal repartidos (colgado del cuello o de un hombro solo), posturas forzadas y extrañas, muchas horas sentados delante del ordenador (en algunos casos además portátil o poco ergonómico en general), etc.